LOS MONTONEROS Y LA TRAICIÓN DE PUNCHAUCA: UNA INDEPENDENCIA FRUSTRADA PARA LOS PUEBLOS DEL PERÚ
LA OTRA HISTORIA
DE LA INDEPENDENCIA
La
historia oficial de la independencia del Perú ha sido narrada, en gran parte,
desde la perspectiva de las élites criollas y militares, marginando a los
verdaderos protagonistas populares: los montoneros, campesinos, aborígenes y
mestizos que combatieron desde décadas antes a la corona española. Una mirada
crítica revela que el proceso estuvo lleno de contradicciones, pactos de élite
y traiciones a los sectores populares que verdaderamente combatieron por la
emancipación.
Este
ensayo busca recuperar esa historia silenciada y señalar cómo el Pacto de
Punchauca entre José de San Martín y el Virrey La Serna marcó un punto de
inflexión que traicionó las aspiraciones populares de emancipación. La
proclamación de la independencia en 1821 no trajo justicia, sino el reacomodo
de la oligarquía criolla en el poder, dejando intacto el viejo orden colonial.
LA LUCHA
POPULAR INDEPENDISTA ANTES DE SAN MARTÍN
Mucho
antes de la llegada de San Martín en 1820, las resistencias populares contra el
régimen colonial habían estallado en múltiples regiones. La rebelión de Túpac
Amaru II (1780-1781) en el sur andino y la de Túpac Katari en el Alto Perú no
fueron hechos aislados, sino el preludio de un largo proceso de insurgencia
social y étnica. Luego de su derrota, surgieron montoneras rurales compuestas
por campesinos, mestizos, aborígenes y algunos patriotas criollos radicales,
quienes asaltaban guarniciones, cortaban rutas de suministros y sostenían una
guerra de guerrillas contra el virreinato.
El
historiador Virgilio Roel Pineda señala que “la independencia no se habría
consolidado sin el accionar constante de las guerrillas rurales, llamadas
montoneras, que operaban en los Andes, la costa y la selva del Perú central y
sur” (Roel, 1971). Estas luchas no respondían simplemente a consignas
ilustradas o liberales, sino a demandas concretas de tierra, justicia y fin del
tributo colonial.
EL CERCO A LIMA
POR LAS MONTONERAS, SAN MARTÍN TRAICIONA
Hacia
1820-1821, las montoneras lograron cercar Lima desde varios frentes: en la
sierra central (Cerro de Pasco, Tarma, Huánuco), en Ica y en los valles
costeros del sur. San Martín, tras desembarcar en Paracas y tomar Huaura, no
controlaba la ciudad capital. Eran los grupos armados populares quienes estaban
imponiendo presión al virreinato.
El
historiador Heraclio Bonilla argumenta que “la independencia del Perú no fue un
proceso impulsado por las élites, sino una consecuencia de la descomposición
del sistema colonial y de la presión de los sectores subalternos” (Bonilla,
1972). Fue este contexto el que llevó a San Martín a negociar con el virrey La
Serna en Punchauca (junio de 1821), buscando una salida pactada para la
transición política, evitando una toma popular de Lima.
EL PACTO DE
PUNCHAUCA: LA TRAICIÓN SILENCIOSA
El
2 de junio de 1821 se celebró una reunión secreta en la hacienda Punchauca, al
norte de Lima, entre José de San Martín y José de la Serna. San Martín proponía
un modelo monárquico moderado, con un príncipe europeo al frente del nuevo
Estado, y prometía garantías para los intereses de las clases dominantes. La
Serna aceptó retirarse a la sierra, dejando Lima en manos de los patriotas, a
cambio de que no se permitiera un levantamiento popular descontrolado.
Mientras
tanto, San Martín engañaba a los montoneros, diciéndoles que la ciudad sería
entregada pacíficamente y que no había necesidad de entrar en ella. Según
testigos de la época, muchos jefes montoneros se sintieron traicionados cuando,
pocos días después, San Martín ingresó solo a Lima y proclamó la independencia
el 28 de julio de 1821.
El
historiador Nelson Manrique ha denunciado esta traición como “el acto
fundacional de una república criolla que nace de espaldas a los sectores
populares, marginando a quienes hicieron posible la caída del virreinato”
(Manrique, 1993).
EL REAL FELIPE
Y LA CLASE DOMINANTE CRIOLLA
Mientras
La Serna huía a la sierra para reorganizar su ejército en el Cusco, la élite
limeña se refugió en la fortaleza del Real Felipe del Callao, esperando el
desenlace final del conflicto. Tal como señala el historiador Charles Walker,
en La rebelión de Túpac Amaru (2014), “la élite limeña temía más a los
montoneros que a los realistas, pues representaban una posibilidad de
revolución social, no solo política”. Para ellos, San Martín ofrecía una
solución intermedia: asegurar la independencia sin revolución social. Esta
clase dominante mantuvo sus propiedades, privilegios y control político tras la
independencia.
La
independencia se proclamó, paradójicamente, “a nombre de los indígenas, y por
la voluntad general de los pueblos”, pero sin que los pueblos indígenas
recuperaran sus tierras ni se abolieran los tributos ni las formas de
servidumbre. Se mantuvieron las estructuras raciales, económicas y políticas
del régimen colonial.
El
jurista e historiador Luis E. Valcárcel afirmaba que: “la república peruana fue
una continuación del virreinato, con otro ropaje legal; las castas dominantes
permanecieron en el poder, sin que la masa indígena viera realizados sus
anhelos” (Valcárcel, 1927).
¿INDEPENDENCIA
O CONTINUIDAD COLONIAL?
La
historia de los montoneros y el pacto de Punchauca revela una verdad incómoda:
la independencia del Perú no fue un proceso de guerra independista, sino una
transacción política pactada entre sectores criollos y realistas, que buscaban
evitar el estallido de una revolución social como la que se había dado en
Haití. La independencia del Perú fue una revolución traicionada.
La
figura de San Martín, lejos de ser un libertador absoluto, fue el mediador de
una independencia conservadora, que dejó intacta la opresión de las mayorías.
Hoy,
a más de dos siglos de la proclamación de 1821, urge repensar la historia desde
los vencidos, los excluidos, los traicionados. La verdadera independencia sigue
pendiente.
Bibliografía
Bonilla,
Heraclio. Independencia en el Perú: las palabras y los hechos. Lima: IEP, 1972.
Manrique,
Nelson. Utopía, memoria y poder: Ensayos de historia e ideas en el Perú. Lima:
SUR, 1993.
Roel
Pineda, Virgilio. Formación histórica de la nación peruana. Lima: Editorial Los
Andes, 1971.
Valcárcel,
Luis E. Tempestad en los Andes. Lima: Amauta, 1927.
Flores
Galindo, Alberto. Buscando un Inca: Identidad y utopía en los Andes. Lima: IEP,
1986.
Basadre,
Jorge. Historia de la República del Perú (1822-1933). Lima: Editorial
Universitaria, 1968.
Walker,
Charles. La rebelión de Túpac Amaru. Lima: IEP, 2014.
Contreras,
Carlos y Cueto, Marcos. Historia del Perú Contemporáneo. Lima: IEP, 2004.
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